viernes, 17 de septiembre de 2010

“MUJER, ERES POESIA” (Versos Adoptados XLVII)

Mujer, eres poesía,
por que sin decir nada,
llenas mi vida de belleza,
enciendes, la llama del deseo,
y me subyugas, con tu esencia.

Mujer, eres poesía,
pues sin ti, no podría,
discernir estos versos,
que son un reconocimiento,
a tu magistral y subyugante,
hegemonía.

Mujer, eres poesía,
pues así lo quiso Dios,
al hacerte fruta ansiada,
deposito de orfebrería,
donde germina la semilla,
que procrea, la vida.

Mujer, eres poesía,
pues por ti,
el Sol, la Luna,
el Mar, las Estrellas,
existen para los poetas,
pues tú, solamente tú,
eres quien inspiras,
con tu sola presencia,
toda esta maravilla.

Mujer, eres poesía,
por que tácitamente
eres eso, una inspiración,
pues sin ella,
no existiera, la Poesía.

Jose Angel Chaviano Febles.
September 17, 2010.
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(Todos los derechos reservados).

miércoles, 15 de septiembre de 2010

“MAR; OLAS ; SALITRE Y SUDOR”…(Versos Adoptados LXXIII)

Mar; Olas; Salitre; Sudor;

Piel; Arena; y Amor;

se funden en esta danza,

donde encontramos tu y yo;

la razón de nuestras vidas;

conjugadas, en fusión;

con la noche y su esplendor;

con la brisa y su frescor;

que nos hace vibrar de emoción;

de placer y de lujuria;

al disfrutar plenamente;

la pasión, de nuestra entrega;

que solo es posible y bella;

en la liturgia de nuestros cuerpos;

pues se bautiza con la savia;

que es el fruto, de los dos



Jose Angel Chaviano Febles.

September 15, 2010.

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sábado, 4 de septiembre de 2010

“CREPUSCULOS VACIOS” (Versos Adoptados LXII).-

Crepúsculos vacios,
que se esconden en si mismos,
como fugitivos que intensamente existen,
en su increada y vibrante hegemonía.

Amantes que no están,
quizás secuestrados en sí mismos,
dejan una imagen vacía,
dentro de la hegemonía del amor,
mientras ambos, tratan de encontrar,
la espiritualidad con alas,
que se escapo, subrepticiamente,
mientras miraban hacia otro lado,
en este ahora, mundo vacio.

Las emociones sucumben,
ante la realidad de la ausencia,
mas, la ausencia es presencia,
en los vaciados crepúsculos,
que cubren e inundan, los sentires.

Regresaran siempre que se vayan,
sin que el retorno se de cuenta,
pues nunca se podrá ir,
lo que no quiere irse,
así como no puede regresar,
lo que nunca decidió irse.

Enraizado en este amor sublime,
que se crece en los amaneceres,
fusionados con la luz y su esplendor,
se cohesionan los sentimientos encontrados,
que se incrustan en su propio éctasis,
como una metamorfosis litúrgica,
que se alimenta y nutre,
en los inconmensurables sentires,
que les regala este amor,
que los convierte en ejecutores excelsos,
de esta suprema y magnánima,
ceremonia ritual del amor y de su pasión,
sin importarles, amaneceres ni crepúsculos.


Jose Angel Chaviano Febles.
September 4, 2010.
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