“VERTE”

¡Verte, me da alegría!
¡Alegría , me da siempre verte!
Por eso, verte, querida mía,
es como renacer a la vida.

Solo por la acción de verte,
cual alimento de mi vida,
mi alma se regocija
y mi pasión se desboca.

Convencido estoy,
de que solo podre vivir ahora,
para tenerte, a mi lado siempre,
para amarte; quererte; sentirte y tenerte.

Jose Angel Chaviano Febles.
May 10, 2011
© Derecho de Autor.
(Todos los derechos reservados).

“CONTINUADAS RECURRENCIAS”

La continuada recurrencia
de los sentires supremos
se desmoronan irremisiblemente
ante la real y evidente
manifestación de prepotencia
que se exhibe para no reconocer
nuestra propia incongruencia de vida,
y mucho menos el admitir
que podríamos estar equivocados
totalmente en nuestra realidad
de existencia, quizás, banal y efímera.

Nunca se podría alcanzar,
lo que se aspira en su momento,
si continuamente mantenemos,
una postura beligerante y negligente,
ante las reales motivaciones,
que se manifiestan en el transcurso,
de las actividades implícitas en la vida,
que escoges y que desarrollas,
como una alternativa que sirve para,
encubrir tus verdaderos deseos,
y las motivaciones que afloran,
por la incontenible afluencia,
de irrealidades consecuentes.

Jose Angel Chaviano Febles.
May 10, 2011
© Derecho de Autor.
(Todos los derechos reservados).

“AUSENCIAS”

Ausencias, que se hacen presencia,
en la propia demostración de vacío,
retoman su consistencia,
con las sombras de los recuerdos,
que viven y laten dentro de cada uno,
como epitafio vigente y que clama,
por una acumulada expresión ,
de vida inconclusa ,
y que grita su propio dolor,
manifestando su propia gestión
de soledad y lagunas espirituales.

Jose Angel Chaviano Febles.
May 9 2011
© Derecho de Autor.
(Todos los derechos reservados).

"MUJER Y MADRE"

Madre ,
amada eterna;
la grandeza de tu alma,
se fusiona con tu espiritualidad,
y con la belleza de ser mujer,
constituyendo una simbiosis,
de expositiva presencia,
que manifiestas,
con tu condición exclusiva,
de ser cofre aterciopelado,
donde se deposita y germina
la semilla de la vida,
que da paso a la gestación,
dentro de tus entrañas,
bendecida y purificada,
por la entrega incondicional
a ese nuevo ser, que gestas
y que se convierte desde su inicio,
en un disfrute pleno,
de amor y ternura, sin paralelo,
que siempre te acompañara,
en este transcurrir ineludible,
de una existencia terrenal finita,
y de una perpetuidad espiritual ,
eterna.
Mujer,
eres la hija de unos padres.
Eres, la hermana de unos hermanos.
Eres, la amiga de unos amigos.
Eres, un ser especial; bello; sensible;
que entre otros atributos,
estas llamada a mantener la evolución,
y el desarrollo, de la existencia humana.
Mujer,
te conviertes en Madre,
y no solo sumas una existencia carnal,
sino, que facilitas la espiritualidad,
de una nueva vida creada,
integrando en este universo,
esos efluvios de amor y de belleza,
que solo una Madre , puede dar,
sin pedir nada a cambio,
y con un rostro iluminado; radiante;
y fulgurante, de felicidad y esplendor,
como instrumento de Dios,
para la continuación del Génesis.

Mujer y Madre, binomio perfecto,
Desde siempre, fuiste designada,
Para ser lo que eres:
“UN SER ÚNICO Y ESPECIAL”

Jose Angel Chaviano Febles.
May 8, 2011
© Derecho de Autor.
(Todos los derechos reservados).