miércoles, 10 de agosto de 2011

“EPISTOLA DEL AMOR”

Epístola que escribimos,
con ese deseo carnal,
se convierten en llamaradas,
muy difíciles de apagar.

Sensación de placer profundo,
nos llena el alma de sonrojos,
cuando en la mente abonamos,
la semilla de nuestro arrojo.

Tiemblan las piernas y los brazos,
ante el ímpetu de la pasión,
y se desbordan los sentimientos,
en cascadas, de puro amor.

Evangelio de las realidades,
se definen en su propia instancia,
cuando proclamamos sin temor,
la lujuria de nuestro deseo,
que no es tan diferente,
al que sintieron Adán y Eva,
cuando la soberbia venció,
y desobedecieron a Dios,
comiéndose, la manzana.

El sexo, es un don de Dios,
del cual debemos disfrutar,
lo que no se puede, es explotar,
ni tergiversar su intención,
pues estaríamos insultando,
el verdadero amor de pareja,
otorgado e inspirado,
por la Gracia del Creador.

Jose Angel Chaviano Febles.
August 10, 2011
© Derecho de Autor.
(Todos los derechos reservados).




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