El mundo funciona mal;
Cuando los que amamos;
Tenemos que tener cuidado;
En como decimos, que amamos.
Si hablas de frente, es malo;
Si hablas por atrás, malo es igual;
Lo mejor sería hablar;
De costado y acostado.
En posición horizontal;
Donde lo único vertical;
Además de los deseos;
Sean las entregas de amor.;
Que sin pensarlo, van naciendo.
Desenfrenadas y sin limitaciones;
que se salen de nuestros cuerpos;
inmersos de deseos y de lujuria;
hasta que las mismas se diluyan;
de forma salvaje e intensa;
en las profundidades profundas;
de nuestras sensualidades rotundas.
Dando y entregando amor,
es la mejor forma de hablar;
Entre dos enamorados,
sin que se pronuncien palabras;
Que distraigan esta pasion:
tan sublime, tan hermosa;
Que solo puede surgir;
cuando amor y lujuria;
explosionan juntas,
inundando con su entrega;
todas nuestras ocultas vehemencias.
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