lunes, 7 de diciembre de 2009

“UN REFLEXIONARIO SIN TITULO TODAVIA” por José A. Chaviano Febles.

Hacer siempre lo mismo, se convierte en una costumbre.
• Las costumbres son adictivas; como pasa en la adicción, casi nunca, lo aceptas.
• La costumbre te encarcela más, que una prisión.
• Las costumbres te atan; te limitan; te dominan; te avasallan, en fin, te acostumbran.
• Por costumbre, limitamos nuestra vida; por costumbre, aceptamos lo que nos da.
• Las costumbres que tenemos, ya sean buenas o malas, nos definen, quienes somos.
• Las costumbres son limitaciones, impuestas, por nosotros mismos.
• Quien vive, en las costumbres; deja de sentir, la vida.
• Vivir, no es una costumbre; vivir, es no llegar a acostumbrarse.
• Es lo mismo vivir acostumbrados, que acostumbrarse a vivir.
• Quien ante las costumbres se rinde, enmarcada su vida queda.
• Hablar por hablar, no es tan malo; como el hablar, por costumbre de hablar.
• Acostumbrarse a lo bueno, es más fácil, que a lo malo.
• La pareja que vive en costumbre; no vive, sino, sobrevive.
• El amor, si se acostumbra, pierde su intensidad.
• El amor y la pasión, no deben nunca acostumbrarse.
• El amor muere un poco en la pareja, cuando nacen las costumbres
• Es muy difícil, no acostumbrarse a algo.
• Acostumbrarse es, aceptar, sin discusión ni reacción, lo que nos sucede en la vida.
• Se dice que, el que calla otorga; pero no se dice que, el que otorga, muchas veces, es porque su costumbre, es callar.
• El que mira a la muerte con una actitud costumbrista, hace tiempo que dejo de vivir.
• La costumbre de vivir, es normal; muy pocos consideran la muerte, como una costumbre, a llegar.
• Si dejas que las costumbres te guíen, tu vida pierde emoción.
• Nunca es lo mismo ADAPTARSE QUE ACOSTUMBRARSE.
• Adaptarse es una provisionalidad, en la vida; acostumbrarse es, una sumisión, en la vida.
• Acostumbrarse o no acostumbrarse, esa es la cuestión.

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