Todas las mañanas,
Cuando el Sol, se asoma,
Despierta, la Creación,
Despierta, la Naturaleza.
Muy tranquila y descansada,
Después de una noche de asueto,
Ella empieza a resurgir
Como explosión, en cadena
de materia, pura y excelsa.
Su presencia, se impone,
Con infusión de colores,
Cuando a las flores y plantas,
Su momento, llega, también.
Que dicha y que inmensidad,
Es el sentir, esta influencia,
Más allá de la presencia,
Que los sentidos nos dan.
Pues más que llenar, la existencia,
De galopante esplendor y hermosura,
la vida resurge, de nuevo,
Mas intensa que el silencio.
Vibro con tono febril,
y temblando miro, hacia el cielo,
por atreverme a pensar,
cual será el motivo , por el que Dios,
nos regala, todos los días, esto?
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